Hace una semana fui a comer con mis compañeros de trabajo a Cervantes, un restaurante ubicado muy cerquita de la Avenida Maisonnave, en la calle Alemania. Confieso que había pasado muchísimas veces por allí pero nunca me había planteado entrar, porque desde afuera pareciera estar destinado a públicos más creciditos, tanto de edad como de presupuestos. Sin embargo, luego de haber probado la comida me arrepiento de que mis juicios previos, una vez más, me hayan llevado a postergar mi visita durante tanto tiempo, pues los platillos estuvieron deliciosos y bien presentados, los mesoneros se esmeraron por atendernos, y los precios se mantuvieron por debajo de lo esperado: pedimos un copioso menú, que incluía bebida, postre y café, por sólo 15 euros.
Habían varias opciones de menú, pero Ester, María José y yo nos decantamos por las más llamativas. De entrada un huevo escalfado sobre crema de papas y cama de pisto, una cazuelita de papas fritas con entrecot al queso Roquefort, y un flan casero con bizcocho que estaba muy rico.
Ester dice que hacen un arroz negro de muerte, así que tendré que volver para comprobarlo.
Dirección: Esquina Calle Alemania con Calle París, Alicante.
Teléfono: 966 596995
Mucho de lo que percibimos a diario a través de nuestros sentidos nos impacta. En este blog encontrarás todas esas ideas que, para bien o para mal, se han quedado dando vueltas en mi mente.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Mucho más que el típico menú
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Picar y comer
domingo, 12 de septiembre de 2010
Talento es lo que sobra
Hace un par de semanas me llegó por e-mail un adelanto de una nueva película venezolana: Hora Cero. Como era de esperarse, la cinta retrataba la violencia presente en las calles caraqueñas, pero esta vez desde la óptica de un sicario; sin embargo, el trailer me gustó, no parecía la típica historia trillada, pues tanto los personajes como el ritmo de las escenas de acción se alejaban de esas interpretaciones de mal gusto a las que ya estamos acostumbrados.
Aún no he visto la película, porque se estrenará el próximo 10 de octubre; pero quise escribir sobre ella luego de ver el making of y darme cuenta de que Diego Velasco es el director. Para quienes no conocen a Diego, el corto Cédula Ciudadano -que pone en evidencia el trauma de obtener documentos oficiales en Venezuela- fue su carta de presentación, y fue precisamente eso lo que me llevó a entrevistarlo cuando trabajaba para Estampas. A partir de allí comencé a seguirle la pista y como me encantaba su trabajo, y además teníamos varios amigos en común, fue inevitable que nos hiciéramos panas y que eventualmente yo tratara de dar a conocer su obra en algunos medios para conseguir algo de ruido.
El punto es que cuando vi el Making Of realmente me sentí orgullosa de encontrar un ejemplo más de que en nuestro país se pueden hacer las cosas bien, porque hay talento de sobra, sólo tenemos que creérnoslo y a partir de allí empezar a construir.
Acá les dejo el trailer de Hora Cero y si quieren más información pueden entrar a la web oficial:
Aún no he visto la película, porque se estrenará el próximo 10 de octubre; pero quise escribir sobre ella luego de ver el making of y darme cuenta de que Diego Velasco es el director. Para quienes no conocen a Diego, el corto Cédula Ciudadano -que pone en evidencia el trauma de obtener documentos oficiales en Venezuela- fue su carta de presentación, y fue precisamente eso lo que me llevó a entrevistarlo cuando trabajaba para Estampas. A partir de allí comencé a seguirle la pista y como me encantaba su trabajo, y además teníamos varios amigos en común, fue inevitable que nos hiciéramos panas y que eventualmente yo tratara de dar a conocer su obra en algunos medios para conseguir algo de ruido.
El punto es que cuando vi el Making Of realmente me sentí orgullosa de encontrar un ejemplo más de que en nuestro país se pueden hacer las cosas bien, porque hay talento de sobra, sólo tenemos que creérnoslo y a partir de allí empezar a construir.
Acá les dejo el trailer de Hora Cero y si quieren más información pueden entrar a la web oficial:
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Para ver
sábado, 11 de septiembre de 2010
Sabores de la India
Cansados de comer siempre lo mismo, ayer por la noche mi esposo y yo decidimos probar un restaurante de comida hindú ubicado cerca de la avenida Salamanca. Entradas gustosas, porciones generosas en los platos principales, precios bastante solidarios, y una buena atención resumen un poco la experiencia.
A excepción de una familia hindú que estaba haciendo la sobremesa, el local estaba completamente vacío; sin embargo, ni este detalle ni las dimensiones reducidas del restaurante lograron intimidarnos.
En cuanto entramos y revisamos la carta, hablamos con el mesonero para que nos prepara un menú degustación con algunos platos típicos.
De entrada nos trajo Onion Bahji (unas tortitas fritas de cebolla con harina de garbanzo), Pollo Tandoori (muslos de pollo con especias), y una especie de galleta muy delgada que se come con un par de salsas de yogur y un picadillo de cebolla, pepino y tomate. Mientras esperábamos la comida, nos enteramos por la carta de que tandoori o tandoor es un tipo de horno que funciona con carbón vegetal y que es muy usado en el norte de la India y Pakistán. Su utilización brinda un peculiar sabor ahumado a todos los alimentos cocidos en su interior.
Luego de un rato llegaron los platos "fuertes": un pan de queso que estaba delicioso, Keema Pilau (arroz con carne y especias), Champiñones Bahji (revuelto de hongos con pimientos, cebolla y especias) y Pollo Tikka Masala (pinchos de pollo con salsa de yogur, frutos secos y especias).
Confieso que no probamos los postres porque habíamos comido demasiado, al punto de que pedimos para llevar una buena parte del arroz y de los champiñones. Sin embargo, al final nos trajeron semillas de anís que parecían diminutos caramelos, y que tenían un efecto realmente refrescante en el paladar.
Al llegar la cuenta hubo sorpresas, pero gratas, porque el modesto local también contaba con precios bajos: ambos comimos por sólo 32 euros. Así que la visita resultó, sin duda, placentera. No obstante, debo aclarar que no es un lugar para quienes no pueden prescindir del lujo y de las presentaciones "gourmet". Además, si no le gusta la comida picante conviene aclarárselo al mesonero al ordenar los platos.
Dirección: Calle Benito Pérez Galdós, 41.
Teléfono: 965120321.
A excepción de una familia hindú que estaba haciendo la sobremesa, el local estaba completamente vacío; sin embargo, ni este detalle ni las dimensiones reducidas del restaurante lograron intimidarnos.
En cuanto entramos y revisamos la carta, hablamos con el mesonero para que nos prepara un menú degustación con algunos platos típicos.
De entrada nos trajo Onion Bahji (unas tortitas fritas de cebolla con harina de garbanzo), Pollo Tandoori (muslos de pollo con especias), y una especie de galleta muy delgada que se come con un par de salsas de yogur y un picadillo de cebolla, pepino y tomate. Mientras esperábamos la comida, nos enteramos por la carta de que tandoori o tandoor es un tipo de horno que funciona con carbón vegetal y que es muy usado en el norte de la India y Pakistán. Su utilización brinda un peculiar sabor ahumado a todos los alimentos cocidos en su interior.
Luego de un rato llegaron los platos "fuertes": un pan de queso que estaba delicioso, Keema Pilau (arroz con carne y especias), Champiñones Bahji (revuelto de hongos con pimientos, cebolla y especias) y Pollo Tikka Masala (pinchos de pollo con salsa de yogur, frutos secos y especias).
Confieso que no probamos los postres porque habíamos comido demasiado, al punto de que pedimos para llevar una buena parte del arroz y de los champiñones. Sin embargo, al final nos trajeron semillas de anís que parecían diminutos caramelos, y que tenían un efecto realmente refrescante en el paladar.
Al llegar la cuenta hubo sorpresas, pero gratas, porque el modesto local también contaba con precios bajos: ambos comimos por sólo 32 euros. Así que la visita resultó, sin duda, placentera. No obstante, debo aclarar que no es un lugar para quienes no pueden prescindir del lujo y de las presentaciones "gourmet". Además, si no le gusta la comida picante conviene aclarárselo al mesonero al ordenar los platos.
Dirección: Calle Benito Pérez Galdós, 41.
Teléfono: 965120321.
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Picar y comer
viernes, 3 de septiembre de 2010
Los accidentes en las carreteras ya no son la primera causa de muerte
Ayer en la noche, cuando regresaba a casa luego de una divertida cena con mis amigas, me enteré de que minutos antes la policía había levantado el cuerpo de un vecino que saltó desde el piso 17. Los residentes del conjunto residencial estaban conmocionados. Yo no conocía al chico, aunque vivía en mi mismo piso, pero fue inevitable para todos comenzar a reflexionar sobre las posibles causas que lo llevaron a suicidarse: cuán desesperada debe estar una persona como para tirarse al vacío desde semejante altura?
Esta mañana he despertado pensando en el tema y me he puesto a indagar un poco sobre qué tan común es el fenómeno en España. Las cifras me han sorprendido, porque hace un año que el suicidio se convirtió en la primera causa de muerte no natural, por encima de los accidentes de tránsito; y la razón es lógica, porque mientras la tasa de suicidios va en aumento, las agresivas campañas para prevenir los accidentes de tránsito en el país han logrado reducir los fallecimientos por esta causa.
En la década de los noventa la tasa de suicidios anual se mantenía constate, por debajo de los 2.500 fallecidos, pero en 2005 España comenzó a superar los 3.000, hasta llegar en 2008 (últimas cifras publicadas por el INE) a 3.421 suicidios. Esto significa que, en promedio, 9 personas se suicidan al día en España, lo cual se traduce en un suicidio cada dos horas y medias.
Entre las víctimas la mayoría son hombres (7 de cada 10), quienes tienden a escoger métodos mucho más directos y violentos -como lanzarse desde una ventana o ahorcarse-. Las mujeres, en cambio, suelen apostar por técnicas menos agresivas, como la ingestión de medicamentos, quizá con la esperanza de que la acción llame la atención de quienes las rodean sin llegar a convertirse en un suicidio.
En medio de esta dura realidad la palabra prevención parece estar desaparecida del panorama español, lo cual es verdaderamente lamentable, ya que los psiquiatras de todo el globo coinciden en que orientar a la población para que reconozca posibles conductas suicidas a su alrededor y publicitar la existencia de asociaciones que brindan apoyo psicológico a las posibles víctimas es fundamental para reducir las cifras.
Esperemos que pronto el gobierno tome acciones al respecto.
Esta mañana he despertado pensando en el tema y me he puesto a indagar un poco sobre qué tan común es el fenómeno en España. Las cifras me han sorprendido, porque hace un año que el suicidio se convirtió en la primera causa de muerte no natural, por encima de los accidentes de tránsito; y la razón es lógica, porque mientras la tasa de suicidios va en aumento, las agresivas campañas para prevenir los accidentes de tránsito en el país han logrado reducir los fallecimientos por esta causa.
En la década de los noventa la tasa de suicidios anual se mantenía constate, por debajo de los 2.500 fallecidos, pero en 2005 España comenzó a superar los 3.000, hasta llegar en 2008 (últimas cifras publicadas por el INE) a 3.421 suicidios. Esto significa que, en promedio, 9 personas se suicidan al día en España, lo cual se traduce en un suicidio cada dos horas y medias.
Entre las víctimas la mayoría son hombres (7 de cada 10), quienes tienden a escoger métodos mucho más directos y violentos -como lanzarse desde una ventana o ahorcarse-. Las mujeres, en cambio, suelen apostar por técnicas menos agresivas, como la ingestión de medicamentos, quizá con la esperanza de que la acción llame la atención de quienes las rodean sin llegar a convertirse en un suicidio.
En medio de esta dura realidad la palabra prevención parece estar desaparecida del panorama español, lo cual es verdaderamente lamentable, ya que los psiquiatras de todo el globo coinciden en que orientar a la población para que reconozca posibles conductas suicidas a su alrededor y publicitar la existencia de asociaciones que brindan apoyo psicológico a las posibles víctimas es fundamental para reducir las cifras.
Esperemos que pronto el gobierno tome acciones al respecto.
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