martes, 28 de octubre de 2008

Extraña moda en los sanitarios

El mercado español parece dar para todo, prueba de ello es que los baños de locales nocturnos están repletos de opciones, hasta ahora desconocidas para mí, que buscan satisfacer las “necesidades” de los diferentes tipos de consumidores

Los españoles tienen comportamientos, en muchos casos, totalmente distintos a los venezolanos y en cuanto al consumo sigo manteniendo la premisa. Además de que las tiendas y centros comerciales cierran sus puertas los domingos –algo para nosotros impensable, pues el único día de la semana que tenemos para ir de compras–, cualquier punto de distribución es bueno para impulsar el consumo y el mejor ejemplo es lo que mis amigos y yo hemos encontrado en los baños de discos y bares de tapas.


El precio clave en este mercado es un Euro. De lo que he visto, porque supongo que aún me quedan muchos sanitarios por visitar, lo menos extraño ha sido una máquina expendedora de un kit que contiene un diminuto cepillo de dientes, un trozo de hilo dental y dentífrico; también están las que venden preservativos, que además de ser muy útiles debido a la dificultad de conseguir farmacias cercanas de turno, tienen un precio solidario si tomamos en cuenta que en éstas el paquete más económico cuesta 3 Euros.


Hasta acá todo es relativamente normal, pero la cosa se torna curiosa cuando por el mismo euro las mujeres pueden utilizar durante unos minutos una plancha de cerámica para dominar sus melenas durante las noches de marcha, invento que en Venezuela probablemente sería todo un éxito y, sin duda, generaría una mayor congestión en las ya concurridas salas de baño de las discotecas. Pero, sin duda, lo más extraño que he visto es un dispensador de pantys hilo, que son de colección, pues existen más de 10 modelos diferentes. Nunca había pensado que un sanitario pudiese convertirse en un punto de venta para la ropa interior, sin embargo, acá parece funcionar muy bien.

Ahora, cada vez que visito un lugar nuevo, lo primero que hago es visitar el baño de damas para ver con qué sorpresas me encuentro...

sábado, 11 de octubre de 2008

Peligro al volante



Miles de autoescuelas y más de 18.000 profesores de manejo no han podido lograr que los españoles manejen decentemente


Cuando vivía en Venezuela pensaba que los maracuchos eran insólitos frente al volante; sin embargo, en cuanto llegué a España pude comprobar que los venezolanos, sean de donde sean, están en pañales, pues en este país abundan los conductores inconscientes. No es casual, de hecho, que aquí los accidentes de tránsito figuren entre las primeras causas de muerte.


No estoy segura de si la escasez de estacionamientos o los montones de señales de tránsito -muchas de ellas aún incomprensibles para una conductora novata como yo- son los pilares del problemas, o si es que simplemente los españoles pasan las pruebas de manejo sin haber aprendido a conducir, lo cierto es que desde que estamos acá hemos sido testigos de las cosas más increíbles, y no es broma: más de una vez hemos visto carros que intentan estacionarse en espacios donde obviamente no caben, y dado que se impacientan con las maniobras, deciden abandonar el vehículo luego de haber chocado en repetidas oportunidades a los carros que están alrededor; pero esto no es lo peor: en ocasiones dejan el carro estacionado en diagonal sin importarles las multas que esto pueda acarrearles.

Por otra parte, como a muchos no les gusta caminar -a pesar de que las calles están hechas para ello-, van a algunos establecimientos de servicio rápido (panaderías, abastos y tiendas de conveniencia, por ejemplo) y si no encuentran puestos libres, simplemente hacen doble fila -lo cual está prohibido- y dejan el carro encendido con las luces de emergencia, pero sin nadie adentro que pueda mover el coche en caso de ser necesario.

Las autovías son otro asunto. Muchos prefieren respetar las señales de límite de velocidad permitido, que en ningún caso sobrepasa los 120 kilómetros por hora, pero otros ignoran a los radares y se limitan a esperar que las multas les lleguen a sus casas. Parecen estar acostumbrados a esto último, pues al año los madrilenses reciben, en promedio, 80 multas por cada mil habitantes, mientras que los de Valencia -provincia en la que vivo- obtienen 49.

Lamentablemente no he podido tomar fotos deque demuestren la falta de pericia de los conductores españoles; sin embargo, les dejo una foto que he logrado ubicar por Internet y un video que vale más que mil palabras.


Links de interés:

Bryan en concierto

En el marco de la Volvo Ocean Race 2008, Alicante recibió a Bryan Adams el pasado 4 de octubre. Un recuento de sus éxitos, solos de guitarra junto a los mágicos dedos de Keith, y hasta un dueto con una de las asistentes formaron parte de su repertorio
11 es el título de su último CD y, precisamente, fueron 11 las ciudades europeas que lo recibieron en su más reciente gira mundial. Alicante fue una de ellas y, la verdad, para mí resultó una experiencia increíble, a pesar de que los fanáticos que han visto a Bryan Adams en más de una oportunidad han dicho que ésta no cuenta entre sus mejores presentaciones.

Resulta difícil encontrar cantantes que hayan mantenido su vigencia durante varias décadas y sigan siendo tan sencillos dentro y fuera de los escenarios, pero Bryan cuenta dentro de esas raras excepciones. Vestido con un jean oscuro y una camisa negra, y saludando con su característica voz grave en un español primitivo pero simpático, el canadiense no hizo esperar mucho a la audiencia, que -para mi sorpresa- fue realmente modesta a pesar del solidario costo de las entradas: 80 euros (252 Bs.F.) para VIP y sólo 40 (126 Bs.F.) en el área general.

Unos minutos luego de las 10 dio inicio al concierto, que se extendió casi hasta la media noche. Entre romántico y rockero, Bryan mostró lo mejor de su arsenal: desde clásicos como
Please forgive me, Summer of '69, Everything I do, Run to you y Heaven, hasta dos de sus más recientes temas. El toque español llegó con Have you ever really loved a woman, canción que pertenece al Sound Track de Don Juan de Marco y que interpretó en su oportunidad con Paco de Lucía.

Su espontaneidad logró sorprenderme gratamente, pero dos momentos fueron claves: a pocos minutos de haber comenzado el concierto, intentó mediar con los organizadores para que se retirara la valla que separaba el área general de la zona VIP, ya que esta última se encontraba visiblemente vacía y su idea era integrar a la gente. Pese a que sus intentos, que incluyeron el coro “Power to the people”, y su evidente molestia no rindieron frutos, el público agradeció el gesto. El segundo hecho que, definitivamente, pone en evidencia su “don de gente” fue el haber subido a una chica del público -escena que se repitió en varios de los conciertos europeos- para cantar a dúo
When You're Gone.

Si bien el concierto estuvo excelente, no se puede dejar de reconocer que el final resultó un poco decepcionante. Luego de que los músicos se retiraran de escena, Bryan se quedó con su guitarra para cantar tres solos y desapareció en medio de una despedida bastante parca. ¿Qué le faltó al concierto para ser perfecto? Sin duda, que sonara
When you Love Someone, tema que -como algunos recordarán- Ángel y yo bailamos en nuestra boda…

En Salceda de Caselas

En el corazón de Pontevedra, provincia ubicada al sur de Galicia, se encuentra A Calustra, una acogedora tapería donde los comensales podrán encontrar esos sabores españoles típicos a unos precios verdaderamente solidarios

Con una fachada de piedra y un decorado sencillo de madera, que junto al frío recuerda mucho a algunos restaurantes de la Colonia Tovar, A Calustra se muestra como una de las taperías gallegas más visitadas de la zona, y cómo no serlo si cuenta con la gran efectividad del marketing viral (de boca en boca).


Antes de conocerla hay que saber que no es sencillo llegar. A pesar de que fuimos con una amiga que había ido en varias oportunidades y de que teníamos al teléfono a un conocedor de la zona que nos explicaba paso a paso el camino a seguir, tardamos casi una hora en ubicarlo. Una vez allí estaba claro que la espera había valido la pena.


Eran cerca de las ocho de la noche -hay que llegar antes de las 10 porque luego es imposible obtener un lugar para cenar- y no tuvimos problema en conseguir una mesa cómoda para los seis. Ordenamos varias cosas para picar: paté, pulpo a la gallega, tortilla española, croquetas de jamón serrano, una ensalada con nueces y aderezo de yogur, pollo con champiñones, pan casero, y de postre sorbete de frutas del bosque, torta de chocolate y galletas, y un flan.

Lo mejor fue el pulpo, la tortilla y la ensalada, lo que menos nos gustó fueron las croquetas, pero en general la comida es deliciosa, la atención es buena y los precios son súper económicos, sobre todo para quienes venimos de Venezuela: por todo lo que ordenamos, más un plato de pulpo y una tortilla que pedimos para llevar, y una botella de vino se pagaron 58 euros (182,700 Bs.F. a precio oficial). La verdad es un lugar al que todos deseamos regresar.
Dirección:
C/ Bouzavedra, 23. 36473 Salceda de Caselas, Pontevedra (Galicia) Teléfono: 986 349 298
Cómo llegar:


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Una carrera para recordar

La puntual salida de los siete veleros que este año participan en la Volvo Ocean Race puso fin a la gran cantidad de eventos que durante casi un mes se llevaron a cabo en la Volvo Village, un recinto de 40.000 m2 creado por la Generalitat Valenciana para albergar a todos los aficionados locales y foráneos de la Vuelta al Mundo de Vela que este año llega a su décima edición

Definitivamente, no es lo mismo verlo por televisión que estar allí. El puerto de Alicante estaba completamente repleto de gente. Si bien fue difícil encontrar un lugar donde la visibilidad fuese lo suficientemente buena, las eventuales salpicaduras de las olas, los ocurrentes comentarios de algunos españoles y hasta la fortísima brisa marina (entre 25 y 30 nudos para los que saben de eso) pusieron su granito de arena para hacer de esta una experiencia inolvidable.

Poco antes de las dos de la tarde, hora en que estaba pautada la salida, el velero de Telefónica azul ya había llegado a la boya, seguido por los dos de Ericsson, el Green Dragon Team y el Delta Lloyd. La vista era realmente atractiva, pero sin duda faltaba el colorido que le añadió Il Mostro, la vanguardista embarcación del equipo estadounidense Puma, cuyo casco es una réplica de una zapatilla de la conocida marca deportiva.

La salida en manos del Rey Juan Carlos, al que sólo pude ver por televisión, ya que fue imposible para nosotros ingresar a la villa, puso fin a esas tres semanas de eventos que desfilaron por el puerto alicantino. Algunos estaban relacionados directamente con la carrera, entre ellos un simulador de una corta aventura en velero en medio de una tormenta y un domo, donde un video de 10 minutos permitía conocer los pormenores de la justa y todos los peligros que implica; pero la mayoría no tenía nada que ver: monólogos de reconocidos humoristas locales –a los que nunca tuve oportunidad de escuchar-, un globo de aire caliente desde el cual se veía la bahía –al que sólo pude ver desde tierra, y varios conciertos, entre ellos el de Bryan Adams, que sí disfrute increíblemente, pues nos habíamos quedado con las ganas cuando fue a Caracas, y aquí pudimos verlo desde muy cerca y por tan solo 40 euros.