domingo, 17 de octubre de 2010

Escuchar bien es una necesidad

Desde que comencé a trabajar en el sector de la salud auditiva me he dado cuenta de que son muchas las personas que no son capaces de aceptar que tienen problemas de audición. La discriminación social que existe alrededor de quienes utilizan audífonos y la creencia de que se es "muy joven" para padecer de este tipo de discapacidad hace que muchos decidan evadir la situación, y hasta lleguen a ignorar voluntariamente síntomas evidentes de que hay algo que no anda bien. 
Las cifras resultan reveladoras para comprender el panorama. Según la Organización Mundial de la Salud, cerca de 800 millones de personas en el mundo sufre de algún tipo de pérdida auditiva y, contrario a lo que podría pensarse, sólo un tercio de esa población es mayor de 50 años, dato que demuestra que la sordera no es un problema exclusivo de la edad. 
Otra cifra que me llama la atención es que sólo una de cada cinco personas que presenta una pérdida auditiva decide hacer algo al respecto, lo cual se debe a que en la mayoría de los casos -en 65% de ellos, para ser exacta- las pérdidas son leves. 
Aunque el grado no sea severo, los síntomas son evidentes. La necesidad de escuchar la televisión a un volumen excesivo que suele molestar a quienes te rodean, o el hecho de que las personas deban repetirte a gritos las cosas cuando conversas con ellas a cierta distancia, son signos evidentes de pérdida auditiva, y obviamente tomar cartas en el asunto puede ayudarte a mejorar tu calidad de vida y a frenar el avance de esta afección. 
Acudir a un especialista para realizarse una audiometría es importante, así como también es clave comprender que las posibilidades de escuchar mejor no pasan exclusivamente por el uso de audífonos tradicionales, pues hoy en día hay un mundo de aparatos diseñados para ayudar a las personas a cuidar y mejorar su salud auditiva, desde tapones muy suaves que protegen los oídos en ambientes ruidosos, hasta potentes amplificadores auditivos que cuentan con un diseño muy similar al de los reproductores de música personales y por ello pasan completamente desapercibidos, o incluso modernas y atractivas gafas auditivas
Así que quienes padecen de este tipo de problemas ya no tienen excusas, pues hoy cuentan con verdaderas soluciones. 

3 comentarios:

  1. Angie, como bien sabes he tenido este problema desde niña hasta que en 1967, accedí a mi primer hearing aid. En mi caso, no solamente he atendido este problema continuamente tratando de buscar lo más "actual y avanzado tecnológicamente" para ir subsanándolo. Lamentablemente, nunca un hearing aid sustituirá tu audición normal.

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  2. Lamentablemente es así Pilar, pero ahora mismo hay una cantidad de avances impresionantes. Mi primer acercamiento al tema fue por el hermano de Ángel, quien también utiliza audífonos. Ahora he descubierto que hay muchísimas cosas que no llegan a Venezuela, como por ejemplo audífonos sin pilas, unos adaptadores para escuchar la TV y hasta hablar por teléfono. Es un mundo, sin duda, interesante.

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  3. ASI ES HIJA, LAMENTABLEMENTE EN NUESTRO PAIS NO ESTAMOS TAN AVANZADOS, GRACIAS A DIOS QUE EL MUNDO AVANZA Y CON EL LA TECNOLOGIA, ESPERO IMPACIENTE EL DIA QUE MIGUE PUEDA IR A ESPAÑA Y VER TODA LA TECNOLOGIA CON LA QUE CUENTAN ALLA Y PUEDA EQUIPARSE PARA QUE TENGA UN MEJOR DESENVOLVIMIENTO TANTO A NIVEL DE ESTUDIOS COMO PERSONAL.

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