sábado, 11 de octubre de 2008

Peligro al volante



Miles de autoescuelas y más de 18.000 profesores de manejo no han podido lograr que los españoles manejen decentemente


Cuando vivía en Venezuela pensaba que los maracuchos eran insólitos frente al volante; sin embargo, en cuanto llegué a España pude comprobar que los venezolanos, sean de donde sean, están en pañales, pues en este país abundan los conductores inconscientes. No es casual, de hecho, que aquí los accidentes de tránsito figuren entre las primeras causas de muerte.


No estoy segura de si la escasez de estacionamientos o los montones de señales de tránsito -muchas de ellas aún incomprensibles para una conductora novata como yo- son los pilares del problemas, o si es que simplemente los españoles pasan las pruebas de manejo sin haber aprendido a conducir, lo cierto es que desde que estamos acá hemos sido testigos de las cosas más increíbles, y no es broma: más de una vez hemos visto carros que intentan estacionarse en espacios donde obviamente no caben, y dado que se impacientan con las maniobras, deciden abandonar el vehículo luego de haber chocado en repetidas oportunidades a los carros que están alrededor; pero esto no es lo peor: en ocasiones dejan el carro estacionado en diagonal sin importarles las multas que esto pueda acarrearles.

Por otra parte, como a muchos no les gusta caminar -a pesar de que las calles están hechas para ello-, van a algunos establecimientos de servicio rápido (panaderías, abastos y tiendas de conveniencia, por ejemplo) y si no encuentran puestos libres, simplemente hacen doble fila -lo cual está prohibido- y dejan el carro encendido con las luces de emergencia, pero sin nadie adentro que pueda mover el coche en caso de ser necesario.

Las autovías son otro asunto. Muchos prefieren respetar las señales de límite de velocidad permitido, que en ningún caso sobrepasa los 120 kilómetros por hora, pero otros ignoran a los radares y se limitan a esperar que las multas les lleguen a sus casas. Parecen estar acostumbrados a esto último, pues al año los madrilenses reciben, en promedio, 80 multas por cada mil habitantes, mientras que los de Valencia -provincia en la que vivo- obtienen 49.

Lamentablemente no he podido tomar fotos deque demuestren la falta de pericia de los conductores españoles; sin embargo, les dejo una foto que he logrado ubicar por Internet y un video que vale más que mil palabras.


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1 comentario:

  1. Hola Angie:

    Me alegra que estés bien en esas tierras lejanas! Te hice una notita en mi blog. http://missperiodista.blogspot.com/

    Un abrazo!

    Ysa

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