sábado, 10 de julio de 2010

El caos de la seguridad social

Si le preguntas a cualquier venezolano qué opina de la seguridad social española la respuesta general, me atrevería a decir que en más de 90% de los casos, sería que es una maravilla. Nada más lejos de la realidad, pues a menos que llegues a un hospital con una emergencia vital –en cuyo caso la atención es de primera-, la burocracia por la que debes pasar para conseguir que un especialista te atienda en su consulta regular es muy parecida a la que hay en Venezuela.
Quiero suponer que hay excepciones, pero por mi experiencia, la de mis amigos que viven en Vigo, y la de cientos de pacientes que han dejado sus quejas en Internet, creo que la seguridad social española está en crisis, tanto por la falta de médicos especialistas como por las fallas del sistema en sí.
Para quienes no lo sepan, todo comienza solicitando la cita con el médico de familia, un profesional que dista mucho de los médicos generales a los que estamos acostumbrados, pues ni siquiera utiliza su estetoscopio para auscultarte, solo se limita a hacerte un par de preguntas, ordenar y revisar tus exámenes sanguíneos para cerciorarse de que todo está en orden y remitirte a los especialistas. Luego te toca pedir la cita para cada médico, y esto puedo tardar varios meses, o incluso un año para consultas muy demandadas como la de los dermatólogos. En el caso de los ginecólogos todo es más complicado, ya que éstos te hacen la revisión pero si necesitas un ecosonograma debes pedir una cita con otro especialista que suele tardar bastante en darte el informe, y una vez que lo obtienes debes pedir nuevamente una cita para que el ginecólogo lo revise y te realice el tratamiento correspondiente.
Lo de las medicinas subvencionadas es otro asunto. Pongo el caso de mi esposo, quien hace dos días sufrió un esguince mientras jugaba fútbol. Fuimos al Hospital de San Juan y tras dos horas de espera fue atendido, le tomaron unas radiografías, le colocaron un yeso, y le dieron el récipe para los medicamentos; pero éste no sirve para comprar las medicinas con descuento, así que hay que ir al centro de salud, pedir una cita con el médico de familia y solicitarle un récipe oficial. El proceso es tan engorroso que hay farmacias en las que puedes comprar los medicamentos y te reembolsan el dinero cuando llevas el récipe. Y me pregunto, ¿qué ocurre cuando alguien no tiene el dinero para pagarlos por adelantado?
Después de esta experiencia lo único que me queda claro es que cuando consigamos trabajo contrataremos un seguro privado…

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